Lo que venden como filosofía es un aburrimiento total. Parece que nada nuevo se ha escrito ni ha sucedido en los últimos 100 años por mucho que el estructuralismo y el pos-estructuralismo se empeñen.
La mayoría de las corrientes filosóficas se originan en el siglo XIX y las que no no son más que hijas de la coyuntura, ideas retomadas y reformuladas hasta el hartazgo. ¿Pensamiento original?¿Pensadores nuevos? No. Cero. Adaptaciones: mil.
De todos los hechos que han conformado el siglo XX y lo que llevamos del XXI, lo único que se ha hecho es revisar y agotar otras disciplinas que directamente repudian la filosofía como si sólo por admitir su existencia estuvieran renunciando a su propio sentido de ser. Estamos en una Edad Media en lo que al pensamiento se refiere y no salimos de ella.
La filosofía es lo mejor que puede producir la mente: especulación en estado puro, reconocimiento de formas y modos expuestos bajo un prisma original y ferozmente atrevido (pese a quien le pese). La filosofía es corrección automática de ideas que nada mas formularlas ya han dejado de tener sentido.
La historia de la filosofía, el recuento insoportable de fechas y hechos que pretenden ser filosofía no son sino historia de la filosofía, del pensamiento, de las ideas, de los filósofos, de la ciencia, de la naturaleza, de la historia… de lo que sea pero no filosofía.
«Los que saben no hablan de ello; los que hablan de ello no saben.»
Tao Te King
Estoy intentado encontrar pensadores originales (aunque no pueden escapar al revisionismo ni al inevitable retomar ideas de otros) que recomponen lo anterior abriéndolo a nuevos campos; alguno voy encontrando y me parecen respetables en cuanto a su forma de abrir subcampos nuevos o retomar líneas desacreditadas hace tiempo pero que requieren de una mirada actualizada. Lamentablemente, lo que más encuentro son revisionistas y grandes (sí, en serio), magníficos divulgadores mezclados con una masa informe de gente aburrida y trasnochada, relamida y autocomplaciente. Tuertos alabados por ciegos. Y me cabrea que la mayoría de los que pertenecen a esta categoría sean profesores universitarios con un pie en los medios de comunicación, me cabrea porque los sufrí en su momento y porque no conduce a nada su palabrería: ni dan consuelo, ni dan qué pensar, ni dan respuestas (a preguntas que no sean de su ámbito) ni ayudan en nada. Precisamente los cuatro pilares que deberían cubrir si tan filósofos son. Y supongo que lo son, pues cobran por ello.
Si no tienes repuestas, si no sabes qué preguntar, si tu cabeza no está amueblada, respira hondo y date tiempo. La sabiduría de quien vive, analiza, sabe y piensa comportándose según sus propias creencias vale más que todo lo que se pueda recopilar en mil libros. Esos libros vale la pena leerlos pero no confundamos conocimiento con filosofía. No confundamos una mente enciclopédica (de las que te dejan flipando) con la mente de un filósofo. Y no pretendamos dar por válidas las estupideces formuladas por terceros de los que no sabemos ni la misa la media.
La filosofía muere al nacer y vive en el instante. El resto, son las sobras.
fututa sum hic 